Esta semana se dio a conocer el sondeo de “Evaluación Rápida sobre el Impacto del Covid-19” en la vida de las mujeres, realizado por el Ministerio de la Mujer, ONU Mujeres y Entel, para identificar las brechas de género que se han visibilizado durante la pandemia, y de esta manera, poder enfocar los esfuerzos en políticas públicas y sociales a la solución de estas.
La sobrecarga de labores domésticas y de cuidados han aumentado considerablemente para las mujeres (35%) versus un 27,3% de los hombres, lo que deben compatibilizar con sus tareas remuneradas, reduciendo su posibilidad de realizar otro tipo de actividades personales o de esparcimiento. El mayor incremento en la carga laboral ocurrió entre las personas de 30 a 40 años, mientras que la mayoría de quienes perdieron su trabajo, tienen entre 18 y 29 años.
En este sentido, 1 de cada 2 hombres y mujeres afirma que sus ingresos o ganancias por trabajo remunerado ha disminuido con la pandemia y 1 de cada 3 mujeres que con sus ingresos no les alcanza y tienen dificultades para vivir, estas dificultades son mayores en mujeres sin pareja. Además, el 38% de a visto disminuído su tiempo de cuidado personal (dormir, descansar o comer), mientras que solo el 23% de los hombre señala lo mismo.
“La respuesta a la pandemia del Covid-19 debe ir más allá de las medidas de emergencia de corto plazo, para adoptar un conjunto totalmente nuevo de políticas sanitarias, económicas, sociales e industriales. La recuperación tras la pandemia debería tener como objetivo reconstruir mejor, lo que implica reconstruir con igualdad, redefinir el modelo de desarrollo hacia uno firmemente sustentado en los derechos humanos y tener en cuenta la dimensión ambiental, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030”, expresó el Secretario General de la ONU, António Guterres.
Principales resultados
Tareas del hogar
Pre-pandemia, mujeres dedicaban más tiempo que los hombres a las tareas del hogar y de cuidados, esto se ha mantenido, e incluso aumentado; el estudio además agrega una nueva variable, la de “conformidad”. En ese ámbito, los hombres tienen mayor grado de conformidad respecto a la distribución de las tareas de su hogar que las mujeres. 4 de cada 5 hombres declara estar “muy conforme” o “conforme”, versus 3 de cada 5 mujeres.
Salud mental
Mujeres declaran haber experimentado problemas de salud mental durante la pandemia en mayor proporción. Si bien son preguntas separadas, es posible vincular la sobrecarga laboral y de cuidados con la salud mental-emocional, y es que 4 de cada 5 mujeres (77,1%) declara haber experimentado este tipo de problemas durante la crisis sanitaria. En el caso de los hombres, esto ocurre en 3 de cada 5 (59,5%).
Esto se intensifica en mujeres jóvenes y disminuye a medida que aumenta su edad. Las Brechas aumentan entre los 30 y 49 años. La menor diferencia se da entre hombres y mujeres jóvenes de 18 a 29 años.
Desde ONU Mujeres, creen que estos datos son muy relevantes y un aporte para los tomadores de decisiones respecto a la recuperación económica del país y la promoción del bienestar y calidad de vida de las personas.
Tecnología e internet
El uso que se le da a internet aumentó en la mayoría de las personas en todas las categorías evaluadas. En los hombres, el mayor aumento (67%) es en actividades recreativas como usar redes sociales o ver películas (64,8% en mujeres). En el caso de las mujeres, el aumento (75,2%) es mayor en actividades relacionadas con la educación (propia o de sus hijos/as). En el caso de hombres, aumentó un 58,8%. En el caso de,actividades como teletrabajo y comunicación con familiares, también aumentó más en mujeres.
Actualmente América Latina y el Caribe es la región con mayor impacto en el número de personas confirmadas con Covid-19. Sin embargo, existen datos insuficientes para comprender el impacto de la crisis en las mujeres en comparación con los hombres, por lo que se hace necesario contar con más datos desglosados por sexo para conocer cómo está evolucionando en temas tales como los impactos económicos, distribución de las tareas de cuidado en el hogar, las cargas diferenciales de atención y las dificultades en acceder a bienes y servicios básicos.
La encuesta elaborada por ONU Mujeres y puesta a disposición de los gobiernos ya ha sido aplicada en 37 países (11 en Asia y el Pacífico, 16 en Europa y Asia central, 9 en Estados Árabes, y 1 en África), siendo Chile el primer país de Latinoamérica y el Caribe en implementarla. Este año, en algunas semanas, se sumará México y Colombia, lo que nos permitirá comparar los resultados a nivel regional.