La planta Salsola kali, que probablemente hemos visto en clásicos del cine del oeste, como las películas de Clint Eastwood, está en el centro de un ambicioso proyecto de investigación en España. Científicos de la Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología (UDIT) y la Universidad de Murcia han emprendido una iniciativa que busca convertir el dióxido de carbono del aire en piedra, utilizando estas plantas que crecen en suelos salinos, como la Salsola soda, la cual se encuentra en peligro de extinción en algunas regiones. Este intento no es solo una innovación biotecnológica, sino también una estrategia crucial en la lucha contra el cambio climático, ya que el sureste español enfrenta graves problemas de desertificación y escasez de agua en un contexto de crisis ambiental global.
La importancia de las plantas de barrilla no se limita a su capacidad para fijar carbono; históricamente, han sido fundamentales en la agricultura y la producción de productos industriales. Se ha documentado que distintas especies de barrillas fueron cultivadas en España y que estas plantas presentan una notable eficiencia fotosintética, fijando cuatro átomos de carbono por cada molécula de dióxido de carbono que absorben. Su tolerancia a suelos salinizados y la capacidad de limpiar el terreno de elementos nocivos representan un potencial invaluable en el contexto del cambio climático y la degradación del suelo.
Investigadores de la Universidad de Murcia han comenzado a replicar técnicas ancestrales de obtención de piedra de barrilla, que se utilizaba para fabricar vidrio y otros productos esenciales en épocas pasadas. A pesar del abandono de estas prácticas debido a la llegada de métodos industriales más contaminantes y la falta de apoyo científico para su evolución, un nuevo enfoque está surgiendo gracias a la combinación de tecnología moderna y el conocimiento ancestral. Las técnicas de agricultura de precisión y el uso de drones permitirán entender mejor cómo cultivar y procesar estas plantas de forma efectiva.
El proyecto no solo tiene implicaciones ambientales, sino también económicas y sociales. Al promover el cultivo de barrillas en suelos de menor calidad, se busca revitalizar áreas rurales en España que han sido desatendidas, facilitando la creación de empleo y la generación de energía sostenible. Con un enfoque en la producción de bioproductos como desengrasantes ecológicos y utilizando las plantas como alimento para ganado y humanos, esta iniciativa podría transformar la agricultura de secano en España, haciéndola más resiliente y efectiva en tiempos de crisis hídrica.
A largo plazo, los investigadores planean diseñar sumideros virtuales de CO₂ que utilicen tanto las plantas de barrilla como el proceso de quema controlada para almacenar carbono, bloqueando así su reemisión a la atmósfera. Con el desarrollo de tecnologías innovadoras y sostenibles, como los gemelos digitales en la agricultura, el proyecto promete no solo detener el avance de la desertificación, sino también brindar un modelo sostenible que podría ser replicado en otras regiones del mundo. Este esfuerzo representa un paso crucial hacia la mitigación del cambio climático y el desarrollo de una economía más verde y sostenible en España.