Un reciente estudio de la Universidad de Zúrich ha revelado que los bonobos, nuestros parientes evolutivos más cercanos, son capaces de crear frases utilizando la composicionalidad de manera sorprendentemente similar a los seres humanos. Publicada el 4 de abril de 2025 en la revista Science, la investigación liderada por la doctora Mélissa Berthet señala que estos grandes simios no solo emiten llamados simples, sino que combinan los mismos en estructuras complejas que transmiten significados variados, desde órdenes hasta expresiones de temor. Este hallazgo descarta la creencia anterior de que la habilidad composicional era una característica exclusiva del habla humana.
Los bonobos, que residen en la selva tropical de la República Democrática del Congo, viven en grupos sociales donde su jerarquía depende de la posición de sus madres y de sus vínculos amistosos con las hembras. Esta estructura social parece facilitar una comunicación más rica y compleja en comparación con otras especies animales. La doctora Berthet enfatiza que, al igual que los humanos, los bonobos utilizan la composición en su comunicación vocal, lo que los convierte en sujetos interesantes para el estudio del lenguaje y el comportamiento social en primates, proporcionando una nueva perspectiva sobre la evolución de la comunicación.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores desarrollaron un método innovador que permite analizar el significado detrás de las vocalizaciones de los bonobos. Al observar más de 300 parámetros contextuales y registrar las acciones de los llamadores y su audiencia en los dos minutos siguientes a la emisión de un llamado, lograron descifrar patrones de significado que revelaron un nivel de complejidad en la comunicación de estos simios que anteriormente no se había considerado. Este enfoque meticuloso proporciona una base sólida para entender cómo los bonobos estructuran su comunicación.
Entre los hallazgos más notables se encuentra la identificación de varios tipos de llamados que no solo cumplen funciones específicas, sino que también pueden combinarse para expresar significados complejos. La investigación mostró que cada llamado aparecía en al menos una combinación compuesta, una similitud intrigante con las estructuras del lenguaje humano que sugiere que los bonobos podrían estar utilizando una forma primitiva de lenguaje. Esta adaptación comunicativa plantea interesantes preguntas sobre la evolución del lenguaje en primates y cómo estas capacidades pudieron haber influido en la comunicación ancestral de los humanos.
Finalmente, los descubrimientos de este estudio son una revelación sobre el potencial de la comunicatividad animal, indicando que la forma en que los bonobos combinan vocalizaciones no es solo un indicativo de su inteligencia, sino una clara señal de que la composicionalidad podría ser un rasgo compartido por muchas especies, que ha existido desde los inicios de nuestro linaje. Este estudio no solo amplía nuestro entendimiento sobre los bonobos, sino que también desafía nuestras nociones de lo que define al lenguaje y su evolución a lo largo del tiempo.