Experto comenta la importancia de la educación para el reciclaje 

Alejandro Sáiz Blanco sobre educación

En base a su experiencia como director de Norte Verde SpA, recuperadora de metales chilena, Alejandro Sáiz Blanco comparte su parecer en torno a la relevancia de la educación para la industria del reciclaje. 

El reciclaje es una actividad que contribuye a la protección del medio ambiente, a la lucha contra el cambio climático, a la conservación de los recursos naturales y a la generación de empleo. 

Sin embargo, para que el reciclaje sea efectivo y eficiente, es necesario que todos los agentes implicados en la gestión de los residuos conozcan y cumplan la normativa vigente, así como los beneficios y las buenas prácticas del reciclaje. 

En este artículo, Alejandro Sáiz Blanco, abogado y actual director de Norte Verde SpA (Recuperadora de metales), comenta los argumentos sobre por qué es importante educarnos para reciclar mejor, tanto para empresas como para particulares.

“Es importante conocer cómo funciona el mundo del reciclaje, pero también, estar al tanto de las últimas normativas que han surgido para fomentar la economía circular en nuestro país”, expresa. 

¿Qué dice la normativa sobre reciclaje en Chile?

En Chile existe una regulación que conlleva a adoptar una serie de medidas en materia de reciclaje, tanto para las personas como para las empresas, a fin de obtener mejoras en materia de prevención, reutilización de desechos y reciclaje. 

La principal normativa de gestión de residuos que rige en Chile es la Ley 20.920 o Ley REP (Responsabilidad extendida del productor). Esta ley tiene por objeto sentar los principios de la economía circular a través de la legislación básica en materia de residuos, así como contribuir a la lucha contra el cambio climático y proteger el medio marino. Entre sus principales disposiciones se encuentran:

  • La aplicación rigurosa del principio de jerarquía en el manejo de residuos, dando prioridad a la prevención, la preparación para la reutilización, el reciclado y otros tipos de valorización frente a la eliminación.
  • El establecimiento de objetivos cuantitativos y cualitativos de prevención, reutilización y reciclado para los distintos flujos de residuos, así como medidas para su cumplimiento.
  • La regulación de la responsabilidad ampliada del productor, que implica que los fabricantes e importadores de productos que generan residuos deben hacerse cargo de su gestión una vez finalizada su vida útil.
  • La promoción de modelos de producción y consumo sostenibles, fomentando el ecodiseño, el uso eficiente de los recursos, la reparación y el alargamiento de la vida útil de los productos.
  • La introducción del principio de quien contamina paga, que implica que los productores y poseedores de residuos deben asumir los costes derivados de su gestión adecuada.
  • La mejora del control e inspección de las actividades relacionadas con los residuos, así como el refuerzo del régimen sancionador.

“Una vez aprobada la Ley REP en 2016, paulatinamente se han ido publicando decretos de metas para cada producto prioritario. De momento están vigentes los decretos para los Envases y Embalajes, así como también el de los neumáticos.Se espera que pronto se sumen las metas para los Aceites Lubricantes y para el grupo de Aparatos electrónicos y Pilas”, comenta Sáiz Blanco. 

¿Qué beneficios tiene el reciclaje para el medio ambiente y la economía?

El reciclaje beneficia al medio ambiente y a la economía de varias formas. Por ejemplo, en el caso del papel, al reciclar una tonelada es posible evitar la tala de entre 10 y 15 árboles.

En todo tipo de reciclaje, también se disminuye la contaminación al evitar la emisión

de gases de efecto invernadero y la generación de residuos. Por ejemplo, al reciclar una tonelada de vidrio se evita emitir 300 kg de CO2

En términos productivos, el reciclaje también fomenta el ahorro energético al reducir el proceso de extracción, transporte y fabricación de nuevos productos. Por ejemplo, al reciclar una tonelada de aluminio se ahorra un 95% de la energía necesaria para obtenerlo a partir de la bauxita

Sumado a lo anterior, también esta actividad ahorra dinero al aprovechar los materiales reciclados y reducir los costes de gestión de residuos. Un ejemplo de ello es que, al reciclar una tonelada de plástico se ahorra entre 500 mil y 1 millón de pesos en costes de vertido o incineración.

Finalmente, otra de las ventajas del reciclaje es que fomenta la aparición de nuevos puestos de trabajo: “Genera empleo y riqueza al impulsar la actividad económica de los sectores relacionados con el reciclaje, como la recogida selectiva, el transporte, el tratamiento, la transformación y la comercialización de los materiales reciclados. Recordemos que para reciclar cualquier tipo de residuo, es necesario de la labor de los recicladores de base, quienes acumulan varios desechos y los trasladan hacia los centros de reciclaje”, comenta Sáiz. 

Alejandro Sáiz Blanco: La educación es fundamental

Alejandro Sáiz opinión

La educación para el reciclaje es vital para concientizar a la ciudadanía y a las empresas sobre la importancia y los beneficios del reciclaje, así como para facilitar el cumplimiento de la normativa vigente. 

Algunas acciones que podemos realizar para educarnos para reciclar mejor son:

  • Informarnos sobre las normas y los sistemas de gestión de residuos que existen en nuestro municipio, región o país, así como sobre las obligaciones y responsabilidades que nos corresponden como productores o poseedores de residuos.
  • Separar correctamente los residuos en origen según su tipo y depositarlos en los contenedores o puntos limpios adecuados, siguiendo las indicaciones y los horarios establecidos.
  • Reducir la generación de residuos en la medida de lo posible, optando por productos duraderos, reutilizables, reparables y reciclables, evitando el uso innecesario de envases y embalajes, y aprovechando al máximo los alimentos y otros bienes de consumo.
  • Reutilizar los productos o materiales que aún pueden tener una segunda vida útil, dándoles un nuevo uso, donándolos o vendiéndolos a otras personas o entidades que puedan aprovecharlos.
  • Participar en iniciativas de sensibilización, formación y voluntariado ambiental relacionadas con el reciclaje, organizadas por entidades públicas o privadas, como municipios, asociaciones, colegios o empresas.
  • Difundir entre nuestro entorno familiar, social y laboral los conocimientos y las buenas prácticas adquiridas sobre el reciclaje, así como los beneficios ambientales y económicos que conlleva.

“La educación que los padres pueden dar a sus hijos en su casa, o bien, la de los profesores en las salas de clase, puede jugar un rol fundamental en el reciclaje del futuro, en donde tanto la ciudadanía como las empresas trabajen unidos para generar una economía que aproveche los recursos ya creados, evitando llevar a cabo procesos que dañen el medio ambiente y agoten los recursos naturales”, concluye Alejandro. 

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