A través de una misiva dirigida al abogado Luis Mariano Rendón, presidente de la Fundación Memoria Histórica, Carabineros de Chile ha comunicado oficialmente su decisión de mantener el retrato del ex general director Eduardo Gordon Valcárcel en su «Galería de Honor». Esta medida se presenta en un contexto delicado, luego de la reciente condena de Gordon por corrupción, lo que ha generado un amplio debate sobre los valores y principios que rigen a la institución policial. La reacción de Carabineros se produce en respuesta a una instrucción de la Contraloría General de la República, que exigía una respuesta formal a la solicitud de la Fundación, la cual abogaba por la remoción del retrato como una forma de sanción moral y un signo de compromiso con la probidad.
El argumento presentado por Carabineros para justificar la permanencia del retrato de Gordon en la galería de «honor» ha suscitado críticas por su aparente contradicción. En su respuesta, la institución sostiene que la conservación del retrato se debe a razones históricas, lo que ha llevado al abogado Rendón a calificar esta posición como «bastante contradictoria». Esta discordancia entre el término ‘honor’ y la noción de simple registro histórico puede generar confusión respecto a los valores que Carabineros desea proyectar ante la sociedad. Rendón expresó su descontento, señalando que la institución ha perdido una oportunidad significativa para enviar un mensaje contundente de rechazo a la corrupción dentro de sus filas.
El abogado Rendón, firme en su postura, subrayó que la decisión de Carabineros no solo es una falta de compromiso con los principios de transparencia y probidad, sino que también refleja un problema mayor dentro de la cultura organizacional de la policía. Al mantener el retrato de un ex líder condenado por actos de corrupción, se perpetúa una lealtad mal entendida hacia aquellos que han traicionado la confianza pública. Esto plantea cuestionamientos sobre la efectividad de las medidas internas de control y la comprometida lucha contra la corrupción, que deben ser pilares en la función de cualquier institución que protege y sirve a la ciudadanía.
La condena de Eduardo Gordon, ocurrida en octubre de 2024, está enmarcada en uno de los casos más sonados de corrupción en Carabineros, conocido como «Pacogate». Gordon fue hallado culpable de malversación de caudales públicos, con un fallo que reveló su involucramiento en el desfalco de más de 40 millones de pesos. De acuerdo con la Fiscalía, las irregularidades incluyeron la apropiación de cifras significativamente mayores, lo que amplía el espectro de su responsabilidad y, por tanto, la gravedad de su condena. Este contexto es clave para entender la relevancia de la solicitud hecha por la Fundación Memoria Histórica y por qué el retiro del retrato simbolizaría un paso importante hacia una reforma más sólida dentro de la institución.
El llamado de la Fundación Memoria Histórica y las declaraciones del abogado Rendón marcan la continuidad de un debate crucial en torno a la capacidad de las instituciones para lidiar con el legado de sus miembros corruptos. El reconocimiento de la corrupción y su rechazo rotundo es esencial para restaurar la confianza del público en entidades como Carabineros. Rendón ha asegurado que la fundación no se detendrá en su lucha y se planteará nuevamente la iniciativa de retirar el retrato de Gordon cuando existan nuevos mandos dispuestos a demostrar que la lealtad debe estar firmemente alineada con el servicio honesto y transparente a la ciudadanía.