Este jueves, la Fiscalía anunció que no existen antecedentes suficientes para imputar delitos a Irina Karamanos en el contexto de la investigación del caso ProCultura. La socióloga, quien había comparecido anteriormente en calidad de imputada, se encontraba en el centro de una serie de rumores y acusaciones relacionadas con la malversación de fondos públicos y otras irregularidades. En noviembre del año pasado, Karamanos emitió una declaración pública en la que negó las acusaciones, asegurando que era ‘falsa’ la información que indicaba que ella había realizado transferencias de dinero que no correspondían a su actividad.
Karamanos, al encontrarse en medio de un escándalo que involucraba a la Fundación ProCultura, optó por presentarse voluntariamente ante el Ministerio Público para aclarar su situación, enfatizando que su intención era desvirtuar las imputaciones en su contra. En su carta de defensa, reiteró su compromiso con la verdad y la transparencia, afirmando que había proporcionado todos los antecedentes necesarios al Ministerio Público para respaldar su inocencia.
Este lunes, se levantó el secreto de la investigación, arrojando luz sobre las acusaciones de fraude al fisco y tráfico de influencias que rodean a la Fundación ProCultura, dirigida por el psiquiatra Alberto Larraín. Un informe de la Policía de Investigaciones (PDI) destaca que esta causa es una de las más significativas en el marco del denominado Caso Convenios, revelando un aumento considerable de recursos fiscales destinados a la fundación en el año 2022, lo que ha suscitado sospechas sobre la gestión financiera de la entidad.
A medida que la Fiscalía avanza en su pesquisa, los abogados de Karamanos solicitaron acceso a la carpeta investigativa; sin embargo, su petición fue rechazada debido a su reciente cambio de status procesal. La Fiscalía ha determinado que Karamanos ya no tiene la calidad de imputada, convirtiéndose en testigo. Esto significa que, conforme a la resolución, no podrá acceder a todos los antecedentes del caso, exceptuando su propia declaración, dado que no hay elementos que sugieran su participación en los posibles delitos investigados.
Esta transformación en el rol de Karamanos dentro de la causa podría tener efectos significativos en la continuidad de la investigación del caso ProCultura. La decisión de la Fiscalía de considerar a Karamanos como testigo indica que no se han encontrado pruebas que vinculen su acción en los supuestos ilícitos, lo que podría contribuir a generar un debate más amplio sobre la transparencia y la rendición de cuentas dentro de las organizaciones culturales que reciben financiamiento público. La evolución del caso será objeto de atención en los próximos días, dado su impacto en la percepción pública sobre la gestión de recursos estatales.