Durante un mediodía marcado por la intensidad política, Paulina Vodanovic, presidenta del Partido Socialista (PS), anunció su decisión de retirar su candidatura para las primarias legales, a tan solo 60 horas del cierre de inscripciones. Esta inesperada medida se produjo menos de tres semanas después de su proclamación como candidata por el comité central del PS, suscitando una serie de reacciones tanto dentro como fuera del partido. La determinación de Vodanovic de dar un paso al costado refleja la presión interna que existía debido a su baja apoyatura en las encuestas y las críticas que su candidatura generaba entre algunos militantes, quienes temían que pudiera dividir al Socialismo Democrático.
La reciente proclamación de Vodanovic como abanderada por el PS había sido aclamada por el comité central, sin embargo, su candidatura estaba marcada por tensiones significativas. La preocupación de no obtener buenos resultados en las primarias, donde se predecía que podría alcanzar un cuarto lugar, dio paso a un clima de delicada incertidumbre. Algunos miembros del partido ya habían comenzado a favorecer la figura de la exministra Carolina Tohá como una opción más viable, lo que intensificó la necesidad de Vodanovic de reconsiderar su papel en este crucial momento político.
En su anuncio, Vodanovic destacó que no deseaba ser una fuente de división dentro del Partido Socialista, enfatizando su compromiso con el fortalecimiento de la colectividad. «No seré una fuente de división en el Partido Socialista. Soy la presidenta y mi principal interés es que el partido salga fortalecido de este proceso», declaró en el programa Estado Nacional. Este enfoque en la unidad del partido apuntaba a la búsqueda de una estrategia que pudiera revitalizar el PS ante el contexto electoral inminente, donde la cohesión interna era más que necesaria.
La situación crítica también llevó a que el comité central del PS programara una reunión para evaluar la gestión de Vodanovic como líder del partido. Mientras esta evaluación estaba prevista, la atención se centraba igualmente en las tensiones internas generadas por la inminente campaña electoral. La presidenta había enfrentado desafíos significativos, incluyendo controversias relacionadas con la destitución de la senadora Isabel Allende, lo que impulsó un debate sobre la estabilidad y dirección del partido en un tiempo de cambios y decisiones complejas.
Finalmente, se espera que en su carta de renuncia Vodanovic no respalde de forma explícita a Carolina Tohá, aunque sí buscará abrir un canal de diálogo que permita coordinar esfuerzos hacia una candidatura común bajo ciertas condiciones programáticas. Este enfoque podría ser clave para cimentar un camino común dentro del Socialismo Democrático, al tiempo que reflexiona sobre la necesidad de reactivar su proyecto político, que los líderes de los partidos oficialistas ya consideran estancado. La salida de Vodanovic, por lo tanto, se inscribe en un momento crucial que podría influir en la futura estructura política del PS y su lucha por mantener un lugar relevante en la arena política chilena.