El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) ha dado a conocer recientemente la existencia de un basurero ilegal de la industria salmonera en el parque nacional Isla Magdalena, Aysén. Este hallazgo ha dejado al descubierto un alarmante panorama de contaminación que se extiende a lo largo de 10 kilómetros en un área protegida, donde los ecosistemas son de vital importancia. Los residuos encontrados incluyen boyas, plumavit, tuberías de HDPE y estructuras abandonadas, lo que contraviene las normativas vigentes, tales como el Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA) y el Decreto Supremo N° 64/2020. Estas regulaciones exigen a las empresas mantener los espacios naturales libres de desechos, y su incumplimiento pone en riesgo no solo el medio ambiente, sino también la reputación de la industria salmonera en el país.
En respuesta a esta situación, Sernapesca ha notificado a los responsables de las operaciones salmoneras en la región, incluyendo a AquaChile y Granja Marina Tornagaleones, quienes han comenzado a implementar un plan de limpieza tras la denuncia. En tan solo diez días, estas empresas lograron retirar un total de 182 metros cúbicos de residuos, cumpliendo así con el plazo establecido por la normativa. La directora regional de Sernapesca Aysén, Daniela Leiva, ha calificado la situación como «preocupante» y ha enfatizado la necesidad de mejorar los estándares de manejo de materiales y residuos dentro del sector acuícola, subrayando la importancia de mantener la coordinación entre empresas para prevenir futuras recidivas de contaminación.
La aparición de basureros ilegales en la Patagonia no es un fenómeno aislado. Recientes denuncias han evidenciado problemas similares en diversas localidades, como el caso de un basural en Punta Arenas que contenía una variedad de residuos salmoneros, incluyendo boyas y neumáticos. Estas situaciones han despertado alertas en la comunidad y han generado múltiples denuncias ante los organismos reguladores. Además, el Comité Pro Defensa de la Flora y Fauna (CODEFF) ha señalado que algunas salmoneras utilizan playas no autorizadas para depositar residuos, lo que ha motivado inspecciones aéreas por parte de Sernapesca, reafirmando la existencia de focos de basura en la región.
Desde el año 2023, las comunidades locales han dejado claro su descontento ante la acumulación de desechos salmoneros en áreas sensitivas, incluyendo canales y sitios arqueológicos. Fotografías que evidencian la presencia de redes, plásticos y boyas en zonas donde operan empresas transnacionales han cobrado fuerza en las redes sociales y en los medios, resaltando el conflicto socioambiental que se vive a raíz de las actividades de la industria. Frente a esta realidad, es fundamental que las empresas tomen conciencia de su responsabilidad y se comprometan a cerrar el ciclo de sus desechos, garantizando así la protección de los ecosistemas patagónicos.
En casos de infracciones más graves, Sernapesca ha empezado a remitir las denuncias a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA). En la región de Aysén, se ha denunciado a una empresa por ocupación ilegal, mientras que en Magallanes, la falta de autorizaciones ha evidenciado vacíos en la regulación existente. Esto plantea serias dudas sobre la efectividad de las medidas implementadas por las autoridades para garantizar la sostenibilidad ambiental en la industria. La Patagonia no solo es un espacio de producción, sino un territorio que debe ser respetado y protegido, y es crucial que se implementen acciones concretas para abordar la problemática de los basureros ilegales en la región.