En enero y febrero de este año, Zhou Haibo, gerente general de CWE Agencia en Chile, subsidiaria de la transnacional China Three Gorges Corporation (CTG), envió cuatro cartas a los ministros de Relaciones Exteriores, Albert Van Klaveren; Hacienda, Mario Marcel; Economía, Nicolás Grau; y Energía, Diego Pardow.
En estas misivas, Haibo, en representación de Rucalhue Energía SpA, titular del proyecto Central Hidroeléctrica Rucalhue (CHR), informó sobre «una serie de dificultades vinculadas con el retraso excesivo en la tramitación de un permiso sectorial de Conaf, el cual está afectando el reinicio de la construcción de la iniciativa que cuenta con permiso ambiental favorable desde 2016». Según el ejecutivo, esto ha generado «impacto e incertidumbre respecto de la posibilidad de continuar no solo con este proyecto, sino también con otras futuras inversiones que la compañía tiene planificadas en Chile».
En 2018, China International Water and Electric Corporation (CWE) adquirió los activos de Atiaia Energía SpA, incluyendo el proyecto Central Hidroeléctrica Rucalhue, ubicado en las comunas de Santa Bárbara. La firma asiática, con más de 60 años de experiencia en el desarrollo de proyectos energéticos y presencia en más de 32 países, considera este proyecto como de interés nacional desde octubre de 2023. La inversión asciende a US$350 millones y contempla una potencia instalada de 90 MW.
Desde 2020, el proyecto ha estado paralizado, y la compañía no ha recibido respuesta a las cartas enviadas a los ministros. Zhou Haibo recordó en sus misivas que «la decisión de inversión de CWE en Chile estuvo fundamentada en las condiciones favorables para el desarrollo de proyectos de energías renovables que presenta el país, su prestigio de seriedad y respeto al Estado de Derecho, una institucionalidad pública seria y su apertura, sin discriminación, a la inversión extranjera».
El proyecto CHR comenzó a gestarse en 2020 con la compra de los derechos de agua en el río Biobío, obteniendo la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en 2016. La construcción pudo iniciarse en noviembre de 2020 tras superar cambios administrativos y estabilizarse la situación social y económica post estallido social y pandemia.
Sin embargo, en 2021, la compañía se vio obligada a paralizar los trabajos. «Primero, por tomas ilegales ocurridas en 2021, las cuales fueron denunciadas, y segundo, por el extenso periodo que ha tomado la tramitación de un permiso sectorial, sometido a consideración de la CONAF y que debe tramitarse en línea con el artículo 19 de la Ley 20.283 de Bosque Nativo», señaló Haibo.